Caminando por la gran ciudad
Más allá de “unos cuantos pasitos”
“Jamás pensé que las palabras se pudieran convertir en tan bella realidad”.
Por: Luisa Fernanda López Monsalve.
Son las 6:00 de la mañana, del 21 de febrero de 2010. El despertador viejo de cuerda suena, una mano sale entre las cobijas dispuesta a darle fin a tan aterrador ruido, aterrador porque no hay nada más dulce que despertarse con el sonido de los pájaros.
Es un nuevo día para el gran caminante Nelo, sus ojos aun nublados por el sueño y la pereza, empiezan a entreabrirse mientras sus brazos tratan de estirarse tan alto como para tocar el techo del cuarto; la mañana, un tanto fría y desolada, le muestra a Nelo que su día de hoy no va a ser lo suficiente corto.
7:15 de la mañana. Su cuerpo aun no asimila el tener que levantarse; pero sus piernas toman la iniciativa. Camina rápidamente hasta al baño, lava su rostro, se quita toda la ropa y abre la llave de la ducha para darse el bañito diario. Después de estar entre diez y quince minutos en la ducha, se seca y se viste; con el cuerpo mas despierto, baja a la cocina, un poco estrecha pero “es lo que el bolsillo puede dar”.
Su desayuno, dos panes con una agua de panela, le dan energías para salir a “batallar las calles” de la gran ciudad, ciudad que Nelo escogió por azar, pero de la cual se ha logrado enamorar en dos días, que desea descubrirla más.
“Llegue a la ciudad hace tres días, ya me habían hablo de ella, pero jamás pensé que las palabras se pudieran convertir en tan bella realidad”. En menos de 72 horas, Nelo ha percibido no toda, pero si una gran parte de la majestuosa ciudad de Bogotá; “he estado en Pereira, Bucaramanga, Buenaventura, Cartagena y Neiva, pero jamás había estado en tan deslumbrante lugar”.
9:00 de la mañana. El sol ya empieza a dar sus primeras pinceladas por el cielo, y Nelo tan solo tiene un objetivo para el día de hoy, poder conocer más y más de este maravilloso lugar. Su compañero de estadía, Whonly, le hace la recomendación que salga ya de la casa, para que de esta manera pueda aprovechar el día que le han regalado para su gran aventura.
Aventura que decidió tomar desde muy pequeño, con la cual ha logrado conocer fantásticos lugares y países; esta es la aventura de caminar por el mundo, de colgarse una mochila y una maleta en la espalda y recorrer cada rincón con tan solo lo necesario, sus pies.
“Mi madre siempre me ha dicho, que nunca imaginó un hijo que moviera los pies tanto como yo, que explotara tanto su bolsillo en calzado y que decidiera recorrer el mundo a pie desde tan joven”. Los recuerdos de Nelo siguen latentes día a día; su madre, sus hermanas y hasta su país (España) le recuerdan cada mañana la lucha que mantiene constantemente, pero también el anhelo de adaptarse y conocer cada rincón de esta ciudad.
10:00 de la mañana. Nelo se encuentra listo para salir, su mochila ya se encuentra colgada en su hombro y sus pies tan solo esperan la “luz verde” para poder empezar con su tarea. El Chorro de Quevedo, uno de los lugares más transitados del centro de la ciudad, se convierte en la primera parada de Nelo. Su compañero de viaje, un acordeón de teclas, le brinda toda la dulzura y todo el deleite para ganarse algo de dinero para su sustento diario.
De pie, en la mitad de la plaza del Chorro, Nelo se dispone a deleitar a todos los transeúntes del lugar. Unas cuantas canciones y su mochila se empieza a llenar de monedas de 100, 200 y 500 pesos, “los billetes aun no se ven a esta hora de la mañana, la mejor hora es en la tarde, ya cuando empieza a caer la noche” comenta Nelo.
Los ánimos de Nelo, van aumentando a medida de que la tarde va trascurriendo. Sus notas son cada vez más dulces, sus manos se despliegan entre las teclas del acordeón, su mente y su cuerpo se entrelazan con el viento y su sentimiento rodea toda la plaza del Chorro.
4:00 de la tarde. Después de tocar un buen tiempo, Nelo decide darse un pequeño paseo por la ciudad, empezando por el centro. Sus ojos maravillados por tanta belleza piden mas y mas; caminando por en frente del edificio de CityTv, sus ojos se detienen al ver tantas luces en la parte superior del edificio, ¿qué hacen arriba? pregunta Nelo a un celador, “ahí es donde graban todos los días un programa del canal CityTv, por el edificio tiene ese nombre”.
Sus pies, ansiosos por conocer más, lo llevan hasta la Plaza de Bolívar, donde Nelo se asombra al ver tantas palomas reunidas, “nunca había visto tanta paloma reunida en un solo lugar, y mucho menos que las personas pudieran alimentarlas tan fácil.
Su camino cada vez se hace más interesante; edificios, gente, casas, montañas, arboles y un cielo azul que lo acompaña. “Esta ciudad es hermosa, sus paisajes, su gente todo es perfecto; lo más bellos son los colores que se juntan en ella”.
El sol de la tarde, se va escondiendo entre las montañas, ya casi es hora de que Nelo retome su labor. 6:00 de la tarde, y Nelo vuelve a subir al Chorro, para deleitar a todas las personas que van llegando, su acordeón está listo para sonar, sus manos dispuestas para tocar y animar a todos los visitantes.
“Esta es la mejor para interpretar mis canciones, las personas disfrutan de cada una de las notas que salen del acordeón y lo mejor es la paga, los billetes se ven en cantidad”.
Siendo las 7:00 de la noche, Nelo se reúne con todos sus compañeros, aunque no lo hacen muy a menudo, reúnen todos los instrumentos para improvisar canciones, hacer gozar a la gente y ganar un poco de dinero. “Las fiestas o parrandones que armamos algunos días son especiales, en ellas regalamos energía y mucha música para que todos y cada uno de los que se encuentran compartiendo con nosotros lo disfrute tanto como nosotros”, comenta Fabio, compañero de Nelo.
Después de unas largas horas de música, sabor y mucha alegría, la plaza del Chorro se empieza a desocupar. Todos los que se encontraban allí desaparecen por grupos, mientras Nelo y sus compañeros terminan de recoger las últimas ayudas voluntarias; Nelo, recoge su acordeón y empaca todo el dinero en su mochila la cual nuevamente cuelga en su hombro.
11:00 y todo se desvanece, sus pies ya están cansados de caminar, y conducen a Nelo rápidamente a la casa. “No quiero mas por esta noche, que descansar, poder recordar todo lo bonito del días de hoy en sueños, para saber que mañana tendré un día un poco diferente al de hoy, pero más interesante que al de pasado mañana”.
“La verdad, no le puedo pedir más a esta ciudad; un lindo paisaje, una linda canción y un lindo sentimiento que me produce poder estar aquí, mis pies no desean más que recorrer todos los rincones posibles, quiero poder tener todos los papeles en orden para lograr quedarme aquí, conseguirme una mujer de aquí y tener mis hijos en esta bella ciudad”.
Son las 12:30 de la noche, todos se encuentran en sus cuartos; Nelo ya se encuentra descansando y anhelando entre sueños, cobijas y cansancio que el día de mañana llegue ya, para poder vislumbrar otro camino más.
HOLA LUISA
ResponderEliminarAunque para mi gusto, Tu blog tiene un diseño muy oscuro, tienes la ventaja que utilizaste fuentes grandes que hacen que el color blanco contraste sobre el negro.
No tienes fotos que acompañen tus trabajos periodísticos, excepto en tu última publicación (reportaje).
Tu calificación de blog es 4.2